- ¿Qué es la cocina de aprovechamiento?
- Almacenamiento y conservación de tus alimentos
- Técnicas culinarias en la cocina de aprovechamiento
¿Qué es la cocina de aprovechamiento?
¿Cómo conseguir unificar platos saludables y económicos? La respuesta es la cocina de aprovechamiento, cocina fácil que nos ofrece aprovechar la comida del día anterior: ¡no tires comida!
La cocina de aprovechamiento, es decir, aprovechar la comida y no tirarla, no es solo un método para ahorrar dinero, es un respeto ético por aquellos que no tienen, es cocina sostenible, es cuidar del medio ambiente y de los recursos que se han empleado para que estos alimentos lleguen a nuestras mesas. Todos nosotros estamos cada día más concienciados en estos aspectos y vuelven las típicas recetas donde aprovechábamos las sobras de grandes banquetes: croquetas, canelones, lasañas y todo tipo de comidas con el toque creativo y actual de nuestros tiempos.
Almacenamiento y conservación de tus alimentos
El primer paso para no malgastar es el correcto almacenamiento y conservación de los alimentos y de los platos preparados, donde lo principal es la nevera. Vamos a conocer cómo utilizarla correctamente, para aumentar su vida útil y para prevenir intoxicaciones alimentarias por una mala refrigeración.
- Cadena de frío: cuando vengas de hacer tu compra, refrigera o congela los alimentos rápidamente, empezando por los que irán al congelador y luego los de nevera.
- Envasar tus alimentos: antes de refrigerar, envásalos correctamente con papel film, tuppers de cristal o envases para almacenar, bolsas con cierre hermético, cierres al vacío…
- Refrigerar en nevera:
- Las carnes y pescados frescos y crudos deben situarse en la zona más fría de la nevera, entre 1 y 4ºC.
- Los alimentos cocinados deben ir separados de los crudos para evitar la contaminación cruzada. Así mismo, colocaremos los crudos en estantes inferiores a los cocinados.
- Cuando guardes comida preparada, introdúcela en la nevera cuando ya no queme. No esperes a que esté fría ya que el rango de temperatura de los 25 a 45ºC son las condiciones favorables para la multiplicación de los microorganismos mesófilos.
- Congelación: al igual que en nevera, tus comidas para congelar o alimentos crudos tienen que estar bien envasados y sin estar al aire. Apunta en un papel la fecha en la que congelas cada uno.
A continuación, detallamos los días de refrigeración aconsejados para los diferentes alimentos:
- Carnes blancas, carne picada, salchichas frescas, pescados y leche fresca: de 1 a 2 días en nevera
- Salsas caseras y caldo a base de carne: de 2 a 3 días en nevera.
- Carnes rojas, chuletas, yemas y clara de huevo, platos preparados y sopa: de 2 a 4 días en nevera.
- Leche UHT y bebidas vegetales: de 3 a 4 días en nevera.
- Embutidos, fiambres y carnes procesadas: de 3 a 6 días en nevera.
- Mantequilla y mayonesas comerciales: hasta un mes o 3 semanas, respectivamente.
Técnicas culinarias en la cocina de aprovechamiento
Generalmente, los alimentos que nos han sobrado los podemos transformar en nuevos platos a través de las técnicas culinarias que son más funcionales en alimentos ya cocinados. Aquí van algunas recetas de aprovechamiento deliciosas:
- Cremas: típico cuando nos sobran verduras cocidas o incluso guisos de legumbres. Simplemente procesaremos la comida añadiendo un poco de caldo si fuera necesario, especias y los alimentos complementarios que fueran ideales en nuestra receta. Como ejemplos concretos tendríamos:
- Puré de lentejas: hecho a partir de un guiso de lentejas o lentejas cocidas.
- Crema de verduras: la típica y sencilla crema que hacemos con las verduras que nos quedaron, a la cual podemos añadir el típico quesito, picatostes o huevo duro para una cena estupenda.
- Receta de hummus variados: toda legumbre que te haya sobrado será ideal para hacer hummus en diferentes variedades. Desde el tradicional hummus de garbanzos cocidos y sésamo, hasta alternativas con otras legumbres y otros ingredientes, como el hummus de aguacate.
- Caldos y sopas: las aguas de cocción de tus verduras y hortalizas son una excelente base de caldo para diferentes tipos de sopas y consomés. Añadiendo taquitos de pollo, verduras en juliana y algo de pasta, tenemos una sopa deliciosa en 15 minutos.
- Sopa de ajo: usando el agua de cocción sobrante, añadimos ajo laminado y frito, pan tostado, tiritas de jamón, pimentón y lo cocemos unos 15 minutos para conseguir el punto perfecto de sabor y textura.
- Rellenos: los más conocidos son los rellenos a base de carnes, como canelones y lasañas, o las pastas a base de cualquier carne o pescado para croquetas. Pueden ser muy variados ya que son muy fáciles de montar y combinar.
- Croquetas: el plato estrella cuando nos sobran carnes o pescados. Una delicia que todos adoramos de nuestras abuelas, de hecho, la carne cocinada es la base para una buena masa de croquetas.
- Canelones: como los famosos canelones de San Esteban, donde aprovechamos la carne sobrante de la sopa de Navidad, obteniendo un relleno espectacular e irrepetible el resto del año.
- Lasaña de salmón: esta receta admite cualquier pescado que te haya podido quedar de otras comidas. Deliciosa lasaña más ligera que la de carne.
- Pizza con base de pollo: si bien no es un relleno, aquí aprovechamos carne de pollo sobrante de otros platos para triturarla con huevo y hacer la masa para una pizza supersaludable.
- Panes: el pan suele sobrar muy a menudo ya que es algo que está a diario en todas las casas y es difícil que se estropee. El pan duro es la base de muchas recetas que vienen de nuestros mayores, en los momentos en que la comida escaseaba y la imaginación dio lugar a muchas combinaciones.
- Huevos tontos: Se trata de una papilla a base de pan duro remojado en leche, huevo, ajo y perejil, con la cual haremos pequeñas porciones que podrás cocinar en tu horno, plancha, air fryer o fritas. Su variedad dulce serían las torrijas que, en lugar de ajo y perejil, añadiremos azúcar y canela.
- Migas manchegas: otro plato que ha cruzado la frontera de receta de pobre y se ha posicionado en el número uno de muchos cocineros. Tradicional, elaborado y con ingredientes potentes que lo hacen un plato muy típico de invierno.
- Pudin de pan: se trata de un postre delicioso a base de pan remojado, con huevo, leche y azúcar, triturado y horneado hasta dorarlo. Admite combinaciones variadas: con pasas, con chocolate, con frutas…
- Picatostes: lo más fácil para aprovechar el pan duro. Cortadito en trozos, especiado si lo deseas y tostado. Ideal para sopas y cremas.
- Guarniciones variadas: comidas que nos han quedado y que podemos reinventar añadiendo otros ingredientes y poder disfrutarlas de una manera diferente.
- Garbanzos especiados: los garbanzos cocidos que te han sobrado, especiados y horneados, ideales para un snack sabroso y saludable.
- Ensalada de pollo: las sobras de pollo siempre son ideales para una ensalada completa. Desmenuzado sobre una base de hojas y hortalizas será una proteína mucho más sabrosa, que combinará perfectamente con platos fríos.
- Ensalada campera: si te han sobrado patatas, ya sean de caldo, al horno o hervidas, tienes una ensalada sencillísima y deliciosa que siempre apetece en verano o invierno.
Seguro que con estos trucos y consejos se te ocurren miles de ideas para los menús de la semana que te facilitarán ahorrar, colaborar con el medio ambiente y comer de manera saludable y sencilla ¡para recuperar el bolsillo y volver a la rutina después de tantas comilonas!
Te invitamos a seguir leyendo ¿Recuerdas cuales fueron tus propósitos de Año Nuevo 2023?
Muchas gracias por este artículo muy interesante y hen hora buena Mercedes
¡Gracias a ti por seguirnos, Mercedes! 🙂
Muchas gracias por estas ideas de aprovechamiento a veces ( la mayoría) no sabemos qué hacer con las sobras y despues de dias esperando en la nevera acaban en el cubo
¡Gracias Angelines, esperamos que te sean muy útiles! 🙂
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¡Mil gracias, Mari Carmen! Saludos