¿Qué son los hábitos?
Un hábito es un comportamiento que, con el tiempo y a base de repetirlo, llegamos a realizar de forma automática, siendo parte de nuestra rutina diaria. Ya no necesitamos pasar por una decisión para hacerlo o no, sino que tendemos a realizarlo sin preguntarnos por qué (dato importante). Por supuesto, hay hábitos saludables, como lavarte los dientes después de comer, y hábitos negativos, como fumar o pasar horas en el sofá.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que establecer hábitos desde la restricción, imponiéndonos reglas estrictas o evitando completamente ciertos comportamientos, rara vez funciona. Este enfoque puede generar sentimientos de privación y frustración, intensificando el deseo por lo prohibido y llevando a un ciclo de ansiedad y abandonos. En lugar de cambiar desde la lucha contra lo que no nos conviene, podemos crear hábitos saludables que surjan de un lugar de conciencia y equilibrio, lo que facilita su integración de manera natural en nuestra vida diaria.
Para hacer un giro hacia un estilo de vida más saludable, te los clasificamos en 4 grandes grupos: los 4 pilares clave para tu bienestar integral.
Los 4 pilares clave de los hábitos saludables
1. Cuidar tu alimentación
Cuidar tu alimentación no es solo elegir alimentos saludables, sino adoptar una actitud consciente y reflexiva sobre el acto de nutrirnos. ¿Qué significa esto? Tratar de ver la comida no solo como algo rutinario o por necesidad, enfocar cada plato como un momento en el que te cuidas y disfrutas, de manera integral: cuerpo, mente y emociones.
Tienes que comer conscientemente, estar presente ante ese plato, sentir los sabores, los olores, la reacción de tu cuerpo y cómo esos alimentos te sientan. Normalmente comemos y lo percibimos en un nivel muy superficial (a veces ni eso, delante de pantallas de ordenador o móviles). La comida es un acto de amor propio, una forma de cuidarte profundamente. Esto te ayudará a disfrutar y valorar cada bocado, a saber elegir y ser consciente de cómo la comida influye en nuestra salud mental y física.
2. Descansar adecuadamente
De la misma forma que comer debe tener un espacio importante, el descanso también. Mimar ese tiempo y darle el protagonismo que se merece es descansar conscientemente. ¿Cómo hago esto? No te quedes dormida/o en el sofá, o en la sala de estar. Tampoco lo hagas a cualquier hora o demasiado tarde. Descansar adecuadamente es tener un horario saludable para dormir y un espacio que te aporte comodidad y te permita desconectar de todo lo exterior, en la medida de lo posible.
Al igual que mimas tu ropa, mima tu lugar para dormir: sábanas agradables, aire renovado, temperatura adecuada, luz tenue… un ambiente relajante donde te despidas del día y disfrutes del descanso. Dormir es importante, mucho, y debes convertir las horas de descanso en un acto consciente de autocuidado mental y físico.
Estamos cansados de leer que es bueno meditar o hacer yoga. Sin duda es muy beneficioso, pero no son las únicas formas de lograrlo. Conectar contigo misma/o es, en esencia, estar completamente presente en el momento.Y te preguntarás, ¿cómo hago para estar presente? Imagínate cruzando un acantilado, a través de un tronco que va de un extremo al otro. No es algo que pudiéramos hacer con el piloto automático. Cada paso requiere que estés completamente ahí: sientes cómo tus pies tocan la madera, escuchas tu respiración, percibes el latir de tu corazón y te das cuenta de las emociones que surgen, ya sea miedo, concentración o emoción. En ese instante, no hay espacio para distracciones; todo tu ser está en ese momento, en esa experiencia.¿Te imaginas practicar la atención plena en tus actividades del día? ¿Apagar el piloto automático, ese que no te permite disfrutar plenamente?
Prueba esto: en algo diario, como volver a casa del trabajo o de clase, convierte tu trayecto en un momento consciente, no mecánico. Presta atención en el ritmo en el que caminas, en el aire rozando tu piel o el calor haciéndote sudar. Si vas en metro o bus, observa los sonidos, los movimientos del vehículo, las luces o la oscuridad. Evita utilizar el móvil, cambia el chip y hazte esta pregunta ¿cómo me siento? ¿cómo estoy ahora mismo? ¿qué emociones me vienen cuando vuelvo del trabajo? Y no contestes rápidamente, inspira profundamente y suelta cualquier tensión acumulada de ese día. No hay mejor manera de cerrar el día y llegar a tu hogar más presente y relajada/o.
Cuando vayas al gimnasio, a caminar, a correr, a hacer tu deporte preferido, a bailar… muévete sintiendo cada parte de ti. Conecta profundamente contigo y percibe cómo tu cuerpo empieza a moverse y cómo va adaptándose a la intensidad hasta que comienzas a liberar tensiones, tanto emocionales como físicas. Llegabas con pereza y, poco a poco empiezas a animarte, a disfrutarlo.
Prueba esto: muévete de manera lenta y/o consciente, prestando atención a cómo se siente tu cuerpo al hacerlo: ¿cómo responden tus músculos?, ¿cómo sientes tus articulaciones? Observa las sensaciones y emociones que surgen. ¿Hay alguna liberación de tensiones o pensamientos acumulados? No pienses en las calorías que quemarás, en lo que cenarás al llegar, en la carga de trabajo de mañana… disfruta y siente cada célula de tu cuerpo en ese mismo instante.


Dietista y técnico acondicionamiento físico-deportivo, musculación y entrenamiento personal del equipo de Ana María Lajusticia®
Buenos días, el apartado 1 se refiere al descanso y no a la alimentación. Gracias
Como siempre artículos acertados y muy útiles, prácticos de realizar.
Agradecida por su apoyo.
Un favor la parte que indican prueba esto: es de un color que se me dificulta leer. Tengo 69 años y no me pierdo nada de lo que publican.
Mi puntuación es 5 pero no me permite mas que 1 disculpen
Muchas gracias por tu comentario, Raquel. Tendremos en cuenta el tema del color para el próximo artículo. ¡Un abrazo!