Detox digital: una adicción normalizada

• ¿Tengo adicción a las redes sociales?
• ¿Qué beneficios aporta la reducción del uso de redes sociales?
• ¿Cómo hacer una desintoxicación digital?

Las redes sociales son protagonistas en nuestros móviles, sin duda el aparato que más utilizamos. Estas plataformas tienen múltiples usos y funciones, lo que las convierte en poderosas herramientas en diferentes ámbitos si hay un buen uso.

Entonces ¿cuál es el problema? Algunas de las muchas funciones o usos de las redes sociales son adictivas pues están diseñadas de  manera que pueden afectarnos psicológicamente. Este aspecto hay que tenerlo presente y saber manejar el uso de las redes sociales. Veamos algunos puntos positivos y otros negativos:

¿Tengo adicción a las redes sociales?

Estos son solo algunos de los puntos positivos y negativos y es muy probable que se te ocurran muchos más. ¿Crees que tienes cierta adicción a las redes sociales? ¿En qué punto empieza a ser negativo? ¿Cuándo parar? Contesta con sinceridad las siguientes preguntas:

1. ¿Pasas más de 3h diariamente conectado? Si tu respuesta es sí ¿te resulta muy complicado reducir este tiempo?
2. ¿Te sientes ansioso/a si has salido de casa a trabajar y no llevas tu móvil?
3. ¿El uso de las redes sociales interfiere en tus responsabilidades diarias como estudios, relaciones personales o laborales?
4. ¿Utilizas tu teléfono por las noches, antes de dormir? Si es así, ¿puedes evitar este uso?
5. ¿Buscas a menudo, la validación externa a través de likes, comentarios o mensajes?
6. ¿Prefieres interactuar con los demás a través de las redes sociales o similares chats en lugar de en persona?

Si has respondido ‘sí’ a varias de esas preguntas, podría indicar que estás gestionando mal tu tiempo en las redes sociales y debes saber que puede haber o hay una adicción.

¿Qué beneficios aporta la reducción del uso de redes sociales?

Controlar el uso de las redes sociales y este tipo de tecnologías te aportará una serie de beneficios y capacidades que puedes potenciar, las cuales podían haber estado un poco olvidadas. Es curioso como llamamos beneficios a estos puntos, cuando lo normal es tenerlos. Usar menos y controlar más el tipo de uso de las redes te aportará:

• Mayor capacidad de concentración y menos distracción.
• Más reflexión y tiempo para trabajar información, lo que lleva a un mejor aprendizaje y memoria. Cuando utilizamos las redes en exceso, obtenemos información inmediata y constante, que no permite la elección o integración de muchos datos. En muchas ocasiones esta información no la elegimos y no sigue un hilo conductor.
• Mayor productividad. Las horas frente a pantallas pueden pasar volando y perder tiempo para objetivos reales y personales que necesitan de una inversión de tiempo diaria, siendo gratificantes y necesarios para progresar.
• Mejor toma de decisiones. El poder concentrarnos y analizar bien una situación comporta una mejor toma de decisiones.
• Más tranquilidad, mejor descanso y bienestar emocional. Tanto por el día, como por la noche, el bienestar mental es mejor. Sobrecargar al cerebro de información innecesaria en muchas ocasiones, le resta “trabajo basura” para poder centrarnos en lo importante y no agotarlo.
• Mayor observación, atención y disfrute del entorno. El uso de las redes es constante y a todas horas: en casa, durante la comida, en los paseos, en el gimnasio, en la cama, en el metro. Si no tuviéramos un teléfono en la mano, es muy probable que atendiéramos más nuestro entorno, nuestros sentidos, y viviéramos en el presente y no a través de narraciones en vídeos o imágenes.
• Ideas genuinas y no sesgadas: no tener excesiva influencia de otras personas puede dar lugar a la creación de nuevas ideas propias que surgen de nuestras propias reflexiones, necesidades y experiencias.

Podríamos seguir enumerando cientos de beneficios de un uso controlado de las redes y  más atención al presente, pero pasaremos a cómo llevarlo a cabo.

¿Cómo hacer una desintoxicación digital?

No es sencillo porque el mal uso de las redes está demasiado generalizado, por lo que podemos sentirnos (al principio) desconectados del resto. Pero no es así. Te doy algunos puntos clave:

1. Ser consciente. Si somos conscientes de que usamos excesivamente estas plataformas, podremos reconocer que hay un problema, cuál es y, por lo tanto, es más sencillo poner solución.
2. Analiza lo que te aportan. ¿Te están dando lo que necesitas realmente para ser feliz, progresar en tu vida diaria o crecer personalmente? Es obvio que hay cosas interesantes, pero mira más lejos, más grande y observa qué te aportan y qué te quitan (con ayuda de los puntos anteriores).
3. Dedica un tiempo y escribe las horas que pasas utilizando diariamente tus redes y tradúcelo a actividades que te gustaría hacer: si pasas 4h diarias, repártelas en aquellas cosas que diariamente te gustaría ¿eres consciente de lo que habrías llegado a hacer en 1 año con todo ese tiempo?
4. Márcate horarios para usarlas y un tiempo determinado. No solo eso, el tiempo que inviertas en el uso de las redes, trata de que sea de calidad. Sigue cuentas que son de interés y no te dejes llevar por la llegada aleatoria de información masiva de cualquier tipo, intenta focalizar un poco más.
5. Elimina las notificaciones, tú tienes el control y no las necesitas. Es de las principales causas de uso reiterativo.
6. Haz un ayuno de redes sociales o uso de pantallas. Elige un día que estés fuera de casa o entretenido/a para desconectar al 100% de su uso. Pero mientras lo haces, sé consciente de lo que sientes (tanto negativo como positivo) y trabaja en ello.

Estas recomendaciones pueden parecer un reto para muchas personas, pero no te preocupes, lo más importante es informarse y conocer qué es lo saludable y qué no lo es. Una vez tomamos consciencia, podemos ir implementando algunas acciones y observar lo que sentimos, los beneficios y cómo mejora nuestro bienestar, eso nos motivará e impulsará a controlar cada vez mejor el uso de las redes sociales posicionando la vida real ante la vida digital.

Te sugerimos un artículo muy interesante que puede ayudarte como complemento al control de las redes sociales, te invitamos a leer Todo lo que debes saber del cortisol, la “hormona del estrés”.

Laura Casas
Dietista y técnico acondicionamiento físico-deportivo, musculación y entrenamiento personal