¿Cómo prepararnos ante los excesos navideños? Cuando se acercan las Navidades, traen consigo el riesgo de aumentar de peso y perjudicar nuestra salud cardiovascular. Esto es debido a que se trata de una época del año en la que hay muchas celebraciones seguidas, en las cuales solemos ingerir una mayor cantidad de alimentos ricos en grasas y azúcares, recurrimos a cocciones más pesadas, hay un mayor consumo de alcohol y disminuye la práctica de actividad física.
Por estos motivos, en esos días festivos aconsejamos intentar no llegar a la comida con mucho apetito, tomando un snack saludable al menos 3 horas antes. Al empezar a comer, escogeremos aperitivos de calidad en nuestros menús festivos, como zumos de hortalizas, guacamole, pinchos de frutas frescas o de verduras asadas, hummus, frutos secos naturales o tostados, etc. De esta forma, nos será más sencillo controlar el volumen de alimentos a ingerir durante la comida. Además, las porciones han de ser pequeñas. Para ello, es conveniente que coloquemos todos los aperitivos que vamos a comer juntos en el plato (así será más fácil observar globalmente todo lo que comeremos, para no pasarnos).
El siguiente punto a tener en cuenta es que el primer plato sea de origen vegetal. Si de primer plato incluimos una ensalada de pasta integral o de legumbres, o unas verduras de temporada a la plancha, mejoraremos la calidad nutricional del menú y evitaremos que la comida sea demasiado calórica. En cuanto al segundo, lo ideal es que sea rico en proteínas y la guarnición sea ligera. Evita tomar tercer plato, sobre todo si se trata de un postre calórico.
Al mismo tiempo es importante que, después de un atracón, no hagamos un día de ayuno (como se recomienda a veces erróneamente). Es mejor seguir haciendo al menos cuatro comidas diarias, pero más ligeras de lo habitual. El cuerpo recibirá así las dosis equilibradas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, minerales y vitaminas, y se encontrará en mejores condiciones metabólicas para quemar el tejido adiposo. Ésta es también la mejor forma de no sentir hambre, tener la glucemia controlada y evitar las tentaciones.
Y, por último, muévete siempre, pero más en Navidad: después de una comida copiosa, es fundamental buscar un momento para salir a pasear a paso ligero, montar en bicicleta o hacer un circuito HIIT. De esta manera, aumentando el gasto energético, compensaremos el exceso consumido durante ese día y aceleraremos el metabolismo, para seguir “quemando más calorías” durante la noche.