Sin embargo, como sabes, existen muchos otros tipos de amor: amor a la naturaleza, a la familia, a los amigos, a los animales, al trabajo… Pero el primero de la lista debería ser siempre el amor propio pues, aunque suene a tópico, “para querer bien a los demás, antes debemos aprender a querernos nosotros mismos.”
Amor propio, el más importante que existe
La mayoría de las personas tendemos a valorarnos en función de cómo nos ven los demás, lo que produce una enorme inseguridad cuando nos topamos con alguien que no congenia con nosotros o que no se interesa por conocernos o apreciarnos lo suficiente. En ocasiones, podemos llegar a pensar que valemos poco o que nos falta algo para contentar a nuestro entorno. Y, efectivamente, siempre nos faltará porque es imposible contentar a todo el mundo. Aceptarse a uno mismo implica un amor incondicional que genera seguridad, permite mejorar las relaciones sociales y crecer como persona, de ahí su gran valor. Las imperfecciones son inevitables, pero el amor propio nos ayudará poco a poco a mejorarlas y a desarrollar la autoestima y nuevas habilidades para ganar confianza y ser capaces de transmitirla al mundo.
¿Cómo podemos querernos mejor?
La respuesta es mediante el autocuidado, buscando el bienestar y el equilibrio por dentro y por fuera. Esto lo conseguiremos reservando tiempo para hacer las cosas que nos gustan y enriquecen, escuchando a nuestro cuerpo y mente, bajando un poco el nivel de autoexigencia, practicando deporte, meditación, mindfulness o técnicas de relajación (pues muchos vivimos al borde del ataque de ansiedad), teniendo relaciones sanas, cuidando la alimentación y procurando un buen descanso cada noche.
Además, háblate bien, mímate, date algún capricho de vez en cuando, decídete a ser como eres y no te dejes afectar por las opiniones ajenas. Si te estás concienciando para darle la importancia que merece a tu bienestar emocional, realizar nuestro test de salud mental te puede servir de ayuda como punto de partida.
Una ayudita extra
Cambiar el chip y esforzarse con el objetivo de ganar calidad de vida es un proceso complejo y normalmente largo, pero vale la pena. Rodéate de las personas y profesionales que necesites para lograrlo, haz pequeños cambios y se perseverante. También puedes ayudarte con suplementación nutricional en algunos momentos más complejos a nivel profesional, personal, físico o mental, ya que te aportará el empujoncito que necesitas para encontrarte mejor y rendir al máximo. En Ana María Lajusticia® disponemos de diferentes categorías de productos apropiadas para cada caso o situación personal, como:
- Equilibrio Emocional: Dos opciones que te ayudarán a mejorar el estado de ánimo y a combatir el nerviosismo, en función de su nivel.
- Relajación muscular: Diferentes tipos de magnesio que te ayudan a combatir el cansancio, a aliviar las molestias musculares y a prevenir lesiones.
- Articulaciones: Nuestros Colágenos con Magnesio, capaces de reforzar los tejidos corporales y frenar su deterioro.
- Sueño: Tus mejores aliados si te resulta complicado conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche.
- Defensas y energía: Un extra para tu sistema inmunitario y tu vitalidad.
- Mujer: Complementos pensados para cubrir las necesidades nutricionales femeninas en las diferentes etapas de la vida.
¡No dudes en consultarnos si tienes cualquier duda al respecto!