¿Qué es la equinácea y qué puede hacer por ti? Se trata de una planta herbácea originaria de Norteamérica, de la familia de las asteráceas, cuyo receptáculo es espinoso (de ahí su nombre). De tallos rectos, gruesos, velludos y de flores púrpuras, se utiliza desde el siglo XIX para el tratamiento de múltiples afecciones, de dos formas:
- Por vía tópica, para el tratamiento de úlceras, llagas, inflamación y otros problemas.
- Como suplemento alimenticio, ya que actúa como estimulante del Sistema Inmunitario, ayudando al normal funcionamiento de las defensas contra enfermedades infecciosas y víricas, como el catarro común. En concreto, las alcamidas y los polisacáridos que contiene el extracto de Equinácea Purpurea actúan como inmunomoduladores sobre los linfocitos T, un tipo de células defensivas que luchan contra los microorganismos que se replican dentro de las células, como es el caso de los virus. Gracias a esta acción, la equinácea ayuda a prevenir enfermedades o a reducir su intensidad y duración. También ayuda a disminuir la inflamación de la garganta y de las vías respiratorias superiores.
Indicaciones
Se recomienda tomar equinácea unas semanas antes de someternos a contrastes de temperatura o a estrés prolongado, para sentirnos más fuertes y prevenir afecciones. También es ideal comenzar a tomarla cuando se notan los primeros síntomas del catarro/gripe, para ayudar a frenarlo o de manera preventiva.
¡Nueva Equinácea con Magnesio!
Con motivo de todas estas propiedades, hemos creado el nuevo suplemento Equinácea con Magnesio de Ana Maria Lajusticia, que une los beneficios de la equinácea, que ayuda al sistema inmunitario, con la vitalidad que te aporta el magnesio. Así, es ideal para ayudar a que tu sistema inmune esté al máximo cuando más lo necesitas, ¡aporta un plus de vitalidad para que ahora puedas con todo!
En los siguientes casos, es necesario consultar con el médico antes de tomarla: tuberculosis, enfermedades del sistema inmunitario, colagenosis, esclerosis múltiple, SIDA y otras enfermedades inmunitarias. Tampoco hay suficientes estudios de su uso durante el embarazo, la lactancia ni en niños pequeños, por lo que no estaría indicada en dichas situaciones.
Y no olvides que un estilo de vida saludable -con un sueño de calidad, actividad física regular y dieta equilibrada- es la clave de unas defensas eficaces contra el estrés y los agentes externos.
