Ritual para sentirte cómoda con tu calzado
- Asegúrate de que los zapatos son de tu talla. A veces es necesario escoger una talla de más para conseguir un ajuste adecuado y evitar rozaduras y ampollas en los talones. Hidratar bien tus pies con cremas y aceites apropiados también es importantísimo para evitar estas heridas.
- Acostúmbrate poco a poco a ellos. Pruébatelos en casa durante varios minutos y días, para hacerlos tuyos. También ayuda mucho colocar bolas de papel de periódico en el interior, para conseguir ensanchar el zapato progresivamente.
- Si no estás acostumbrada a llevar tacones no te pongas unos nuevos y altos para un evento, ya que es fácil que estés incómoda, tengas dolor, no los aguantes y te amarguen la noche.
- Evita estar de pie sin moverte durante mucho tiempo, porque es la forma en la que nuestros pies duelen más. Intenta caminar poco a poco, así como sentarte de vez en cuando para charlar o tomar algo.
- Las cuñas son una buena alternativa, pues la superficie de apoyo del pie es mayor y consiguen que las molestias sean menores y más soportables.
- Puedes utilizar almohadillas en la suela del pie, al inicio de los dedos: alivian en gran parte la presión de todo el peso del cuerpo en esa zona, siendo de gran utilidad.
- Masajea la zona que tenga tendencia a cargarse al menos dos veces al día, en sentido ascendente (empezando por los pies, hacia los muslos), ayudándote de Aceite de Magnesio. De forma tópica, este producto ayuda a aliviar las molestias/la fatiga, contribuye al mantenimiento de los tejidos y a mejorar la movilidad. ¡Notarás la diferencia!
- Podemos completar esta pauta tomando 2 comprimidos diarios de Magnesio Total® 5, para que nos ayude además desde el interior del organismo. Este suplemento alimenticio, a base de 5 fuentes de magnesio, sirve como fuente mineral para toda la familia, refuerza los tejidos, previene los problemas musculares, reduce el cansancio e, incluso, la ansiedad.
Y, al llegar a casa, dúchate con agua fría para disminuir la sensación de pesadez en tus piernas, favoreciendo la circulación venosa y ayudando a relajar los músculos. ¡Verás como no acabarás tan cargad@ como hasta ahora!