Esta disminución de las horas de luz, que se agrava con el cambio de hora de finales de octubre, afecta directamente a la secreción de las hormonas encargadas de regular el sueño y el estado de ánimo: la melatonina y la serotonina. Su caída provoca síntomas tanto físicos como mentales, por ejemplo: cansancio corporal, resfriados, decaimiento, tristeza, problemas de sueño o deseo compulsivo de ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono refinados. Estos son síntomas que se alivian con el paso de las semanas y no suelen ser especialmente graves, pero sí muy molestos para algunas personas más sensibles.
- Defensas bajas y cansancio cuando comienza el otoño
- Astenia otoñal y decaimiento por el cambio de estación
- Recomendaciones para la llegada del otoño
Defensas bajas y cansancio cuando comienza el otoño
Los principales efectos físicos del cambio de estación son el cansancio extremo y el debilitamiento del sistema inmune. Por eso nos cuesta tanto levantarnos por la mañana y llegamos de trabajar casi arrastrándonos, con dolor de piernas y cefalea. Los estornudos, la congestión nasal, la tos e incluso la fiebre también son habituales, teniendo en cuenta que hay varios grados de diferencia entre la temperatura de primera hora de la mañana y la de las horas centrales del día, y que el cuerpo sufre con estos contrastes. Para minimizar estos problemas, queremos ayudarte a poner tus defensas a punto con las útiles recomendaciones del artículo Prepara tus defensas.
Otro cambio físico que podemos percibir es una mayor caída del cabello, aunque, en la mayoría de los casos, se trata más bien de un recambio capilar porque casi todos los cabellos que caen en otoño se recuperan al cabo de tres o cuatro meses. En caso contrario, lo más aconsejable sería consultar con un especialista.
Astenia otoñal y decaimiento por el cambio de estación
Si a finales de septiembre empiezas a sentir fatiga, debilidad, desgana o apatía, tranquilo, forma parte del proceso de adaptación de la mente a los días más frescos y menos luminosos.
Volver a la rutina no es fácil y menos si la astenia estacional dificulta la capacidad de concentrarse, las ganas de realizar tareas y el descanso nocturno, lo que conduce a cambios de humor recurrentes y a un menor rendimiento que puede afectarnos, sobre todo social y laboralmente.
Recomendaciones para la llegada del otoño
- Aliméntate de forma saludable: el principal remedio para reducir los efectos del cambio de estación en el organismo es procurar que nuestra dieta sea equilibrada, variada y suficiente, para que aporte todos los nutrientes necesarios para un óptimo funcionamiento corporal, especialmente aquellos relacionados con el normal funcionamiento de las defensas (como la vitamina C o el magnesio). Durante los próximos meses, te animamos a priorizar las verduras y frutas de otoño para recibir las vitaminas y minerales que más necesitamos en esta época del año (cítricos, peras, plátanos, uvas, manzanas, puerros, brócoli, coliflor, pimientos rojos, calabazas, zanahorias, apio…). A continuación, te dejamos 3 recetas fáciles y deliciosas, con ingredientes que te ayudarán a cuidarte: berenjenas rellenas de soja, batido de higos y pastel de calabaza.
- Hidrátate bien para facilitar la expulsión de toxinas, microorganismos y virus que pueden invadir fácilmente el organismo cuando viene el frío.
- Evita los hábitos tóxicos, que afectan directamente al sistema inmunitario y a la salud en general.
- Respeta un horario regular de ingestas y practica la alimentación consciente, pues comer con nervios y a deshora es incompatible con una dieta saludable y una correcta gestión del estrés.
- Realiza actividad física moderada a diario, además de deporte 2 o 3 horas a la semana. Si algo tiene el otoño son paisajes espectaculares y temperaturas razonables para hacer ejercicio al aire libre, ¡aprovéchalo! Piensa que el ejercicio ayuda a eliminar las bacterias de las vías respiratorias y a mejorar el descanso nocturno, entre muchos otros beneficios.
- Establece horarios fijos para acostarte y levantarte, calculando dormir al menos 7 horas diarias, sin interrupciones. Hacer desconexión digital en casa ayuda bastante, como mínimo 2 horas antes de dormir, sustituyendo la pantalla del móvil o de la televisión por ese libro que hace tiempo tienes pendiente leer. Recuerda que durante la noche es cuando tenemos la importante capacidad de reparar los tejidos corporales, por lo que es básico un buen descanso.
- No olvides practicar el autocuidado, tanto a nivel físico como emocional (por ejemplo, realizando hobbies que te ayuden a desconectar y a disfrutar de tu tiempo o de los tuyos).
- Aporta un refuerzo a tus defensas, músculos y sistema nervioso mediante los suplementos de nuestras categorías Defensas y energía, Sueño y Equilibrio emocional. Gracias a sus ingredientes principales, ayudan a aportar un plus al sistema inmune, favorecen un descanso reparador, reducen el cansancio y contribuyen a un mejor estado de ánimo, respectivamente, por lo que vienen especialmente bien en esta época del año.
Ahora que dispones de todos los tips para entrar en el otoño con buen pie, solo tienes que aplicarlos para encontrarte con más ánimo, energía y fuerza.
El texto, muy explícito. Notamos, ciertos cambios en nuestro organismo y no sabemos la razón; ahora aplico las sugerencias y recomendaciones. No es que me voy enfermar, son cambios naturales. Gracias.
Soy seguidora de Ana María L Justicia hace mucho tiempo.
El artículo me parece muy interesante!!!
Muchas gracias
¡Muchísimas gracias por hacernos llegar su apoyo! 🙂 un abrazo