3,2,1… ¡Alergia! Prepárate: la estación de las gramíneas ya está aquí

• ¿Qué es la alergia?
• Síntomas de alergia primaveral inespecíficos
• Consejos, trucos y recomendaciones para afrontar la alergia

¿Qué es la alergia?

La alergia es una respuesta orgánica que se da cuando el sistema inmunológico propio detecta como nocivas sustancias que en realidad no lo son, activando una cadena de procesos para combatirlas e intentar lograr de nuevo el equilibrio. Durante ese proceso, el organismo genera grandes cantidades de histamina, un compuesto responsable de los síntomas de la alergia que puede perjudicar a nuestro rendimiento y alterar nuestro bienestar.

Síntomas de alergia primaveral inespecíficos

De hecho, existen otros síntomas menos conocidos que también afectan la calidad de vida de la persona alérgica al polen, como debilidad, dolores de cabeza, fatiga mental, malestar emocional, mal descanso nocturno, cansancio y sueño.

Se ha demostrado que, especialmente, la rinitis alérgica desgasta mucho y puede acabar afectando al estado de ánimo. Por eso, el soporte psicológico es importante en el tratamiento de los síntomas y la evolución individual, como también lo pueden ser las vitaminas para el cansancio y los complementos alimenticios que contribuyen a la secreción de serotonina y a reducir la ansiedad.

Consejos, trucos y recomendaciones para afrontar la alergia

Para que la alergia primaveral te afecte lo menos posible, te proponemos una serie de tips basados en reducir tu exposición a los desencadenantes de esta reacción tan molesta del sistema inmunitario:

• Potencia la higiene personal, así como de tu ropa y tus sábanas.
• Utiliza prendas de vestir largas e, incluso, sombreros y gafas de sol.
• Cierra las puertas y ventanas del lugar donde te encuentres.
• Mantén el aire interior de casa seco con la ayuda de un deshumidificador.
• Usa un filtro de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA) en tu habitación.
• Limpia tu hogar a menudo con una aspiradora que contenga el mismo tipo de filtro.
• Verifica en la televisión, radio, periódico o internet la previsión respecto a los niveles de polen de tu zona, ya que pueden variar según las horas del día.
• Utiliza una mascarilla cuando tengas que realizar tareas al aire libre, especialmente en días de mucho viento o cuando lleve tiempo sin llover.
• Evita las tareas de jardinería que favorezcan la propagación de alérgenos.
• Evita desplazarte en moto, patinete o bicicleta.
• Sigue las indicaciones de tu médico de referencia en cuanto al empleo de medicamentos específicos para tratar los síntomas mencionados y también si valora que es necesario realizarte pruebas de alergia.
• Mantente bien hidratado para beneficiar a las mucosas de tus fosas nasales, la boca, el esófago, el estómago o los intestinos, que son la primera barrera de defensa ante las sustancias que provocan las reacciones alérgicas, pues captan y eliminan a la mayoría de ellas. Unas mucosas deshidratadas pierden esta capacidad y se vuelven más sensibles ante la presencia de alérgenos. Además, el agua puede ayudar a paliar en parte los síntomas provocados por la histamina, reduciendo su presencia del torrente sanguíneo y de los tejidos donde se acumula.
• Incrementa la ingesta de alimentos antihistamínicos: té verde, regaliz, manzana, ajo, cebolla cruda, limón, pescado azul, fermentados, setas, boniato, jengibre, picantes, zanahoria, semillas de lino y cúrcuma. Por otro lado, disminuye el consumo de alimentos liberadores de histamina: quesos, embutidos, productos enlatados, tomate, espinacas, huevos, chocolate, alcohol, café y mostaza.
• Los prebióticos y probióticos también son importantes en este caso, pues mantienen y restauran el equilibrio de la flora intestinal, muy ligada al sistema inmunitario. Un yogur natural al día y una dieta rica en vegetales son la clave.
• Descansa y recarga: intenta tomarte las cosas con calma y escucha a tu cuerpo para reducir el cansancio y favorecer el normal funcionamiento de tus defensas.
• El ejercicio físico moderado, realizado de forma habitual y en un espacio apropiado, es beneficioso para la salud general y para este molesto problema, contribuyendo a la eliminación de partículas de las vías respiratorias. Tener una vida activa, practicando al menos 2-3 veces por semana ejercicios físicos adaptados a nuestras características personales (como montar en bicicleta, bailar una coreografía, nadar, hacer circuitos de tonificación…) puede marcar la diferencia en todos los sentidos.

Ahora que ya conoces las implicaciones del cambio de estación en el cuerpo, procura seguir estos consejos para que te sea mucho más llevadero convivir con la alergia estacional y, así, conseguir encontrarte mejor en esta época del año.