La explicación de que los requerimientos de macro y micronutrientes se vayan modificando progresivamente es sencilla: para poder hacer frente a los cambios fisiológicos que vamos viviendo, prevenir la malnutrición y diferentes afecciones que, en caso de darse, influirían en la calidad de vida.
- La importancia de escuchar activamente a tu cuerpo
- ¿Qué nutrientes destacan en cada etapa de la vida?
- ¿Por qué es fundamental planificar tus menús y tus compras?
La importancia de escuchar activamente a tu cuerpo
Una dieta equilibrada, por lo tanto, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades inflamatorias y enriquecer tu organismo, pero para ello debes saber lo que tu cuerpo necesita. Es esencial para mantenerte saludable y lleno de energía, así que ¡es hora de darle lo que realmente te está pidiendo!
Además de realizarte un chequeo anual para ver que todo está en orden, es importante escuchar activamente a tu organismo y llevar a cabo, incluso, un diario de bienestar. ¿Cómo? Dedicando unos minutos al día a sentarte en silencio, cerrando los ojos y enfocándote en tu respiración. Observa cómo se siente y cómo rinde, especialmente después de comer, sin juzgar ni intentar cambiar nada, solo buscando reconectar contigo mismo/a. Anota lo percibido después, para poder analizarlo si hiciera falta.
¿Qué nutrientes destacan en cada etapa de la vida?
La alimentación ha de irse adaptando conforme pasan los años, para que proporcione los nutrientes necesarios en la cantidad justa y que todo pueda funcionar bien a nivel físico y psicológico. A grandes rasgos:
- En la niñez es necesaria una alimentación supercompleta y variada, pues se da el mayor desarrollo. A grandes rasgos, los chicos/as necesitan calcio para una correcta formación de los huesos y los dientes, ácidos grasos esenciales para la síntesis celular, hierro, potasio, magnesio, zinc y vitaminas A, C, D y E.
- Entre los 15 y los 30 años hay que hacer un especial hincapié en el calcio, el ácido fólico, el hierro, el omega 3, el potasio, las proteínas de calidad y la fibra, así como vigilar el consumo de azúcar de adición, grasas refinadas, alcohol y ultraprocesados, ya que suele incrementarse bastante.
- A los 40-60 años la ingesta adecuada de calcio y vitamina D contribuirá a proteger la salud ósea, mientras que el ácido fólico y la vitamina B12 serán un escudo para el sistema cardiovascular. El magnesio y el potasio minimizarán los dolores musculares o las lesiones y, además, protegerán frente a la ansiedad.
- Mayores de 60: consumir cantidades suficientes de vitaminas B6, B12, D y ácido fólico se considera muy importante para un envejecimiento activo y sano. Tampoco hay que descuidar la ingesta de proteínas de calidad, magnesio, calcio o vitamina C.
¿Por qué es fundamental planificar tus menús y tus compras?
Planificar las comidas con antelación te ayudará a mantener una dieta equilibrada y nutritiva sin apenas esfuerzo. ¿Por qué? Ya que seguir una pauta alimentaria te permite asegurarte de que incluyes, a lo largo del día y de la semana, todos los alimentos y nutrientes que necesitas en las frecuencias de consumo recomendadas y en las cantidades óptimas. Si no dispones de esta “guía”, lo más probable es que la improvisación te lleve a no balancear correctamente la dieta y a no cumplir del todo tu objetivo de cuidar de la salud. Puedes optar por la dieta antiinflamatoria que te regalamos en este enlace o realizarte tu propia plantilla semanal, cogiendo como referencia cuántos días por semana se aconseja ingerir cada grupo de alimentos y escogiendo los alimentos en el supermercado tras revisar a conciencia la información nutricional de los envases.
Esta planificación tiene especial importancia en los individuos con exageradas respuestas inmunitarias, como en casos de alergias alimentarias, enfermedades inflamatorias crónicas y enfermedades autoinmunes, pero es favorable para toda la población.
En definitiva, una nutrición óptima puede favorecer el equilibrio homeostático y reducir el riesgo de inflamación, reforzando la capacidad propia de cada persona para responder ante bacterias, virus, alérgenos, toxinas o daños físicos a tejidos.
Dietista-Nutricionista y Tecnóloga Alimentaria
Me encanta todas las ideas que nos dais . Saludos a Ana María .