Diferencias entre la Artrosis y la Artritis

• ¿Qué es la artrosis?
• ¿Qué es la artritis?
• Nutrientes importantes para para la artrosis y artritis

¿Qué es la artrosis?

La artrosis consiste en el desgaste del cartílago articular, que provoca un roce prácticamente directo entre los huesos, sobre todo de las manos, las rodillas, la cadera y la columna cervical/lumbar. Provoca dolor, crujidos, deformidad y rigidez al realizar incluso movimientos cotidianos, puesto que el cartílago es un amortiguador indispensable para el buen funcionamiento de la articulación.

Dicho desgaste se asocia en parte al envejecimiento, pero también a sobreesfuerzos causados por la práctica frecuente de determinados ejercicios físicos o trabajos con movimientos repetitivos. También es determinante para el desarrollo de este problema el déficit de nutrientes para regenerar el cartílago o una incorrecta combinación de estos.

Para prevenir o ayudar a regenerar el cartílago, es básico llevar una dieta sana y equilibrada, como la Dieta Mediterránea, basada en alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, frutos secos, semillas y legumbres), aceite de oliva virgen extra, carnes magras y pescados, que aporten la suficiente proteína, magnesio y vitamina C para sintetizar colágeno. Sin olvidarnos de los suplementos de Colágeno con magnesio  que aportan colágeno hidrolizado en la cantidad necesaria para el mantenimiento y regeneración de articulaciones, huesos y resto de tejidos corporales.

¿Qué es la artritis?

Por otro lado, la artritis es una inflamación que afecta a la membrana sinovial, en la cual el líquido sinovial no es reabsorbido correctamente y ocasiona una erosión del hueso y del cartílago. Suele deberse a gérmenes que llegan a la articulación, a enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide), a traumatismos o a depósitos de cristales acumulados (gota).

La localización de la artritis dependerá de su origen: por ejemplo, la artritis reumatoide ataca más a las muñecas y dedos de las manos, y la gota a los pies, tobillos y rodillas.

Mientras que con la artrosis se produce más dolor al mover la articulación y suele mejorar con el reposo, en la artritis el dolor es constante y las articulaciones están calientes e inflamadas. Además, suele acompañarse de pérdida de peso, cansancio, fiebre…

Nutrientes importantes para artrosis y artritis

Obtener los nutrientes adecuados, especialmente aquellos con propiedades antiinflamatorias, es clave para aliviar los síntomas de la artritis y mantener un peso saludable.

Los ácidos grasos omega 3, presentes en alimentos como el pescado azul, aguacate, semillas y frutos secos, son esenciales para reducir la inflamación. Además, destacan la vitamina A (que se encuentra en frutas y hortalizas de colores amarillo, naranja y verde, pescados y huevos), la vitamina C (en cítricos, kiwis, tomates y pimientos) y la vitamina E (en aceites vegetales, frutos secos y semillas). Puedes alcanzar las cantidades adecuadas de omega 3, vitamina A, D y E tomando Aceite de Hígado de Bacalao.

Por otro lado, la vitamina K juega un papel esencial en la salud ósea y articular, debido a su función en la activación de proteínas que son cruciales para el mantenimiento y la salud de los huesos y los tejidos articulares. Alimentos ricos en vitamina K son las espinacas, kale, coles, brócoli, guisantes, acelgas…

El zinc, presente en carnes, frutos secos y legumbres, también es fundamental para el proceso antiinflamatorio. Pero no podemos olvidar el magnesio, un mineral que contribuye a la salud ósea y al control de la inflamación (especialmente si va acompañado de harpagofito), además de favorecer la regeneración de los tejidos articulares. Sin embargo, un exceso de carnes rojas, alimentos procesados, ricos en azúcar y grasas, puede agravar los síntomas de la artritis y predisponer a otras afecciones crónicas. Por lo tanto, una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para controlar este problema de manera efectiva.

Finalmente, hay que destacar que la actividad física también es crucial en los individuos con artritis para ayudar a disminuir el dolor y la rigidez. Es importante hacer estiramientos suaves cada día, así como ejercicios de fortalecimiento muscular gradual, incluyendo ejercicios aeróbicos de bajo impacto como caminar, nadar, hacer yoga o ir en bicicleta. De este modo, además, mejorará el estado de ánimo y controlaremos el peso, para ayudar a conservar la salud de huesos, articulaciones, tejidos y del organismo en general.

Si quieres informarte más sobre cómo cuidar tus articulaciones, te invitamos a leer ¿Necesito tomar magnesio?

Gisela Fernández
Dietista-Nutricionista y Tecnóloga Alimentaria