¿Cómo es, para ti, la vuelta a la rutina después de unas merecidas vacaciones? Nos imaginamos la respuesta, por eso, queremos regalarte una serie de consejos que te ayudarán a que sea mucho más agradable y a mejorar tu nuevo día a día si lo necesitas. ¡Sigue leyendo!
- Pasos a seguir cuando acaban las vacaciones
- Ejercicios para recuperar el ritmo
- Consejos nutricionales para volver a cuidarte
Pasos a seguir cuando acaban las vacaciones
El punto de partida consiste en ir normalizando horarios y actividades durante los últimos días de vacaciones, para no notar un cambio tan drástico. No te acuestes ni te levantes tarde, prepara recetas más ligeras, haz las gestiones necesarias para empezar a trabajar teniendo todo lo básico “bajo control” y ves cambiando el chip, poco a poco.
El primer día de trabajo, intenta levantarte con una actitud positiva, agradeciendo todo lo que tienes y las oportunidades que están por llegar. Con las pilas cargadas, es un momento perfecto para redescubrir habilidades y virtudes que te pueden facilitar la jornada laboral e, incluso, el futuro.
No retomes rutinas ni relaciones que, durante estas semanas de desconexión, has detectado que no te hacían bien. ¿Para qué ibas a hacerlo? La vida es mucho más sencilla y feliz si aprendes a gestionar estos aspectos.
Y, si te sientes decaído/a, busca la inspiración: piensa las tareas, objetivos o momentos del día o de la semana que más te pueden llenar y enfócate en ellos. Desarrolla tu capacidad de autoliderazgo, pues te permitirá dirigir tu vida de manera consciente, contribuyendo al máximo a tu crecimiento personal. También dispones de algunos complementos alimenticios ideales para épocas de ansiedad o ánimo bajito: nuestra categoría de productos Equilibrio Emocional.
Ejercicios para recuperar el ritmo
Está comprobado que el deporte sirve de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo, mediante la regulación de las hormonas del estrés. Los altos niveles de estrés de estas semanas ponen a prueba nuestro cuerpo porque nos hacen sentir en una situación de alerta constante que requiere de mucha energía. Como consecuencia, podemos desarrollar problemas físicos y psicológicos, como dificultad para concentrarnos, trastornos del sueño o problemas digestivos. La práctica regular de actividad física, combinando trabajos aeróbicos y anaeróbicos con una vida activa, te convertirá en una persona más feliz cuando más lo necesitas. Procura:
- Empieza gradualmente. Tras el parón estival, entrenar 2-3 días a la semana es una manera progresiva y llevadera de ir volviendo a la normalidad. Además, disponer de un plan de entrenamiento y de una rutina de ejercicios fitness puede ayudarte enormemente.
- Adáptate. La intensidad y la duración de las sesiones deben ascender gradualmente, sin descuidar la técnica, para evitar lesiones.
- Conecta con la motivación. Plantea retos reales con metas desafiantes y disfruta de sentir como, poco a poco, tu cuerpo va pidiéndote más estímulos físicos.
- Elige una actividad adaptada a tus capacidades y gustos, para poder disfrutarla y volver a instaurarla en tu vida. Salir a caminar a paso ligero, hacer natación, clases de baile, ejercicios para abdomen o pilates son algunos ejemplos muy populares y adictivos, que pueden despertar en ti el gusanillo del deporte. No olvides valorar la suplementación con Magnesio para evitar calambres, contracturas, fatiga y lesiones en músculos, huesos o articulaciones.
Consejos nutricionales para volver a cuidarte
Para compensar los excesos veraniegos y conseguir sentirte mejor a través de una buena alimentación, acostúmbrate también a planificar tus comidas en aquellos horarios que puedas cumplir y que se distancien entre sí unas 3-4 horas. Además, procura tener una pauta alimentaria (preferiblemente escrita) que te asegure ingerir todos los grupos de alimentos saludables en las porciones y frecuencias que se recomiendan. Algo que te puede ayudar mucho a cumplir esta pauta semanal es el batch-cooking o un método que consiste en destinar varias horas de un día a cocinar a la vez diferentes recetas de cara a la siguiente semana, o hacer preparaciones intermedias a partir de las cuales crear otras recetas en pocos minutos.
Ten en cuenta que son muchas las personas que en periodos de tristeza o estrés sienten hambre emocional, es decir, cierta sensación de ansiedad frente a la comida en general o frente a algunos alimentos que suelen ser de baja calidad nutricional. Huye de esto, céntrate en los menús planificados y busca distracciones para evitar el picoteo y conseguir retomar una alimentación saludable, basada en la Dieta Mediterránea.
Por último, no olvides que volver al trabajo también tiene numerosas cosas buenas, como estar más activo/a, sentirte productivo/a, reencontrarte con tus compañeros, el café que tomáis en el descanso o al plegar, el poder ir después en grupo al gimnasio o de compras, etc. Por eso, si sigues todos estos consejos, enseguida notarás una gran diferencia en tu estado de ánimo y en tu vida.
Dietista-Nutricionista y Tecnóloga Alimentaria